El Movimiento Carismático llega a Aguada

En el pasado blog presentamos una breve historia del surgimiento del Movimiento Carismático, y su rápida expansión internacional, incluyendo Puerto Rico. Ahora veremos cómo es que el mismo llega al pueblo de Aguada.

Son cuatro las personas que Dios utilizó para llevar la Renovación Carismática al pueblo de Aguada, todos ellos hombres humildes y sedientos de la Palabra de verdad. Por una parte, el hermano Moisés Miranda, quien mientras trabajaba como Policía Estatal en el pueblo de Corozal en el 1973, conoció el Movimiento Carismático Católico en una de sus reuniones en la plaza pública.

Por otra parte, los hermanos Andrés Pérez y Marcelino Pérez, junto con el hermano Freddy Echevarría, quienes motivados por un amor profundo por el estudio de la Biblia, habían preparado unos temas bíblicos y los utilizaban para enseñar en las casas de los hermanos en donde realizaban celebraciones de palabra.

Al enterarse ellos de que en Aguadilla se celebraban retiros dirigidos por el Movimiento Carismático, asistieron a los mismos, en donde fueron llenos del poder del Espíritu Santo. Ya para el verano de 1974, el hermano Moisés, junto a 7 hermanos entre los cuales estaba Marcelino, dio el primer círculo de oración en Aguada en la casa de la Sra. Marcolina Velázquez en el barrio Sabana.

La investidura de poder en el Espíritu Santo que recibieron estos hermanos fue tan grande que en sus corazones ardía el deseo de alimentarse de la Palabra de Dios, y de testificar a toda vida que Jesucristo es real, y que el Espíritu Santo transforma las vidas. La capilla del barrio Sabana llegó a ser el lugar central del Movimiento Carismático Católico en Aguada.

Servidores de la Iglesia

De la predicación de Marcelino Pérez surge como fruto la conversión del hermano Francisco (Chungo) Cabán y Gladys Sánchez, su esposa, David Aponte, y Oscar Sánchez. También se unieron al grupo Lincoln Avilés, David Ruiz y Junior Ruiz.

En el barrio Marías había un grupo de jóvenes Católicos muy activos, los cuales fueron al barrio Sabana y participaron de esta nueva experiencia espiritual y se unieron al grupo de servidores Juanita Rodríguez, Sergio Serrano (Yeyo), Rosy Villanueva, Wilda Rivera (Chilita), Monserrate López, y Lorenzo (Tito) Rodríguez quien ya desde antes había sentido su necesidad de Dios.

Así, el Evangelio llegó a Cerro Gordo, Mamey, Naranjo Militar, Río Grande sector Matías, Piedras Blancas, Lagunas, Atalaya y otros sectores más, y se unieron a los servidores los hermanos Rubén Valle, Moda Ruiz, Mariano Concepción, Benjamín Concepción, Rubén González y José Acevedo (Che).

Pero la libertad en Cristo que gozaron los hermanos para predicar el Evangelio en las capillas, comenzó a verse como una amenaza y un problema dentro de la iglesia Católica. No se veía con buenos ojos que personas seglares, y sin preparación religiosa formal, estuvieran exponiendo el mensaje de salvación mediante el uso de las Escrituras. El choque entre la jerarquía católica y el Movimiento Carismático era inminente e inevitable. Como está escrito, ¿qué comunión tiene la luz con las tinieblas (2 Cor. 6:14)? De eso hablaremos en la próxima ocasión.