No confundas el silencio de Dios con ausencia

Hace poco escuché algo que me marcó profundamente. No era nada que no supiera… pero sí era algo que necesitaba recordar. Y creo que no soy la única. Como creyentes, muchas veces sabemos que Dios está con nosotros, pero cuando las oraciones no se contestan como esperamos, cuando todo parece estancado, cuando no hay una señal clara ni una respuesta específica, es fácil confundir su silencio con distancia. Pero no. Dios no se ha ido. Y eso es justo lo que quiero recordarte hoy.

David tuvo sus momentos de duda cuando le seguía el rey Saul. ¿No dice claramente en el Salmo 12:1-2 "¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mi"? El mismo que cantaba alabanzas y vencía a los diez miles en batallas, más tarde se siente olvidado, en duelo y traicionado por Dios. (Salmo 43:9; 77:7-9)

A veces estás esperando que Dios se manifieste de forma grande. Una respuesta directa. Una intervención evidente. Un cambio radical. Nos encantaría que Dios nos hablara como a Gedeón en Jueces 6. Dios guarda silencio en esa área… pero te responde en muchas otras. Y eso también es amor. Eso también es respuesta.

Quizás no te ha contestado aún en eso que más anhelas… pero

¿Y esa oportunidad que llegó sin buscarla?

¿Y esa palabra que te sostuvo justo cuando querías rendirte?

¿Y ese empujoncito que te hizo seguir cuando pensabas que no podías más?

Eso también es Dios. Eso también es respuesta.

A mí me gusta pensar que Dios es condescendiente (Éxodo 34:6), en el sentido más tierno de la palabra. Nos entiende. Nos conoce. (Salmo 103: 13-14) Y muchas veces nos consiente en cosas pequeñas, detalles íntimos que nadie más entiende… solo tú y Él. Pero nos cuesta verlo. Nos enfocamos tanto en lo grande que aún no pasa, que dejamos de notar todo lo que sí está pasando por pura gracia.

Dios es paciente.

Dios no se molesta contigo

Porque no entiendes todo.

Te sostiene en silencio.

Acompaña incluso cuando

Tú crees que estás sola.

Por eso te digo hoy:

No confundas el silencio

De Dios con ausencia.

Él sigue actuando,

Sosteniendo... guiando.

Quizás no lo veas

En lo que tú quieres ver…

Pero si miras bien,

Lo vas a encontrar

En lo que realmente necesitas.

Y ahí, en lo pequeño,

En lo no ruidoso,

En lo sutil…

Es donde más

Se siente Su amor.